La importancia de la vitamina D

Las vitaminas son compuestos imprescindibles para la vida, que el organismo no puede sintetizar sin ningún tipo ayuda del exterior. En el caso de la vitamina D, se sintetiza con ayuda de la luz del sol  y, dependiendo de que organismo lo haga, podemos distinguirla en D2 (origen vegetal) y D3 (origen animal).

Esta vitamina es fundamental para ayudar al cuerpo a absorber el calcio que, como todos sabemos, es un mineral esencial en la formación de los huesos. Por lo que sufrir deficiencia de la misma puede provocar enfermedades como la osteoporosis y el raquitismo.

Importancia vitamina D · Sal y Laurel

Muchos expertos discrepan de cuál es la cantidad aconsejable que debe consumirse diariamente de esta vitamina. Según un artículo publicado en octubre de este año en la revista Alimentaria, se aconseja un consumo diario de 600 Unidades Internacionales (U.I.).

Como durante muchos meses del año no tomamos la cantidad de luz suficiente, se recomienda compensar este pequeño déficit, con nuestra alimentación. El problema es que existen muy pocos alimentos que contengan esta vitamina de manera natural, por lo que mucha gente tiende a complementar su dieta con suplementos vitamínicos. El inconveniente de esto es que puede provocar hipervitaminosis y resultar perjudicial para la salud.

Desde Sal y Laurel queremos apostar por una dieta saludable, por lo que os indicaremos algunos de los alimentos que contienen mayores concentraciones de esta vitamina y así, mejorar nuestra alimentación:

  • El pescado, dependiendo del tamaño, aporta entre unos 250 – 330 U.I.
  • El salmón fresco tiene unas 360 U.I.
  • Las centollas contienen unos 220 U.I., como los berberechos.
  • Las ostras contienen 270 U.I.
  • Las navajas, unos 44 U.I.
  • Las sardinas frescas contienen unas 250 U.I.
  • La anguila aporta 200 U.I.
  • Las sardinas en lata contienen 450 U.I.
  • Las gambas y los langostinos aportan unas 200 U.I.

Referencias:

  • Bolufer, P. La vitamina D. Revista Alimentaria, nº427. Octubre 2011.
  • Moreira, O., A. Carbajal y C. Cuadrado, 2007. Tablas de Composición de Alimentos. Ed. Pirámide. 280 págs.
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