Si vas a un restaurante y pides zamburiñas, en el 95% de los casos lo que realmente te pondrán son volandeiras. No es que el restaurante quiera engañar, es que a ellos también se las venden como zamburiñas, un problema extendido desde hace años.
El porqué se le llama zamburiña a la volandeira no lo sabemos, debe venir de tiempo atrás. En el “Manual del marisco” de Jorge Victor Sueiro, comenta que en Galicia se llamaba zamburiña francesa o zamburiña encarnada a la volandeira,
La diferencias de volumen entre ambas son muy significativas, en 2017 se subastaron en las lonjas gallegas 174 toneladas de Volandeira (Aequipecte Opercularis) y sólo 10 toneladas de Zamburiña (Chlamys varia).
Tres aspectos exteriores para diferenciar volandeiras de Zamburiñas
- La concha de la volandeira es más redondeada que la concha de la zamburiña.
- El color de la concha de la volandeira es de tonos más anaranjados que los oscuros de la zamburiña.
- La volandeira posee dos “orejas”, mientras que la zamburiña sólo una.
Dos aspectos interiores para diferenciar la volandeira de la Zamburiña
- El interior de la concha de la volandeira es anaranjada y tonos más claros (llegando al blanco) en comparación con las conchas oscuras de la Zamburiña.
- Las gónadas de la volandeira son de color naranja como las de la vieira, en cambio las gónadas de la zamburiña, son del mismo tono que la carne, es decir, blanca.
¡Ah! Uno de los aspectos que más las diferencias y que se puede observar más fácilmente es el precio: la zamburiña es más cara que la volandeira.