¿Te has encontrado alguna vez algún gusano marrón con muchas patitas dentro de una ostra?
No te preocupes, te lo aclaramos a continuación.
Se trata de un poliqueto de la familia Nereididae. Su presencia es habitual en las ostras porque la fisionomía de sus conchas (como si estuviese compuesta por escamas y con muchas protuberancias) es perfecta para albergarse en ellas. Se introducen dentro de las ostras aprovechando cualquier movimiento valvar que realizan al estar vivas en el momento de su comercialización y consumo.
Los poliquetos de la familia Nereididae son animales marinos superficiales y reptantes que nunca se encontrarían dentro de la carne del molusco. Su presencia en el interior de las ostras se debe simplemente al reflejo filtrador del molusco para buscar alimento en el agua circundante que rodea la vianda.
Una vez aclarado esto, y siguiendo el proceso natural, es inevitable y nos atrevemos a decir que incluso normal que las ostras vengan de origen cubiertos con algunos restos de algas y todo tipo de organismos vivos, cangrejos, gusanos, estrellas de mar etc.., porque son de cultivo natural y ecológico.
Todos los moluscos, incluidas las ostras, que trabajamos desde Sal y Laurel, una vez recolectados son sometidos a varios procesos de selección y lavado exhaustivo para eliminar cualquier resto exterior que tenga la concha. Posteriormente, se someten a un proceso de depuración para la eliminación de posibles presencias de E. coli con objeto de hacerlos aptos para el consumo humano. Antes de su embalaje y envasado, se vuelven a lavar, pero nunca el interior para mantener el molusco vivo para su comercialización.
Lo importante es que estos gusanos nunca intervienen en la carne del molusco y tampoco afectan a su sabor ni a sus condiciones organolépticas, simplemente hay que desecharlos y consumir la carne de modo habitual tal y como lo haríamos si lo encontráramos en otro tipo de producto como puede ser una fruta o una verdura.
Foto: Cedida por uno de nuestros clientes