Espardeña
Descripción
Si buscas espardeña, este es tu sitio. No es fácil de conseguir.
La espardeña es una elaboración de la que se extrae la carne interna del equinodermo Parastichopus regalis. El inconveniente es que, para conseguir esta carne, se desperdicia más del 70% y, si lo añadimos a la difícil captura y su ardua elaboración, hacen de este equinodermo uno de los más caros y deseados de la península.
Destaca por:
- La textura, similar a la del calamar
- Su fino sabor, acercándose al de la navaja
- Hay infinidad de recetas, pero a la plancha está riquísima. Puedes ampliar info en la pestaña "Preparación".
Lo recibirás:
Crudo y listo para cocinar. En raciones de 250g., unas 10-14 unidades.
Puedes escogerla fresca o congelada. La espardeña fresca la preparamos y envasamos el mismo día que te la enviamos. La congelada se prepara igualmente a mano en nuestros almacenes, pero después pasa por un túnel de congelado para mantener todas las propiedades. Eso sí, la recibes ya descongelada, lista para consumir.
¿Qué cantidad debo seleccionar?:
Cada ración está pensada para 2 personas.
¿Cómo lo conservo?:
En la nevera, en la zona más fría, lo más próximo a los 2ºC. Si crees que no vas a poder consumirla en los 2-3 días posteriores, escoge la espardeña fresca y no lo dudes, congélala. Su envase permite una muy buena congelación.
Especie, procedencia y captura:
- Parastichopus regalis (Cuvier, 1817). Perteneciente al filo de los equinodermos, así que es pariente del erizo de mar, aunque no lo parezca.
- Habita en los fondos arenosos y el método más exitoso para su captura es mediante las artes de arrastre.
- Nuestra espardeña procede de las costas portuguesas. Una vez aquí, en nuestras instalaciones, se limpia, selecciona y se envasa para que llegue a tu casa perfecta.
Preparación
Las espardeñas a la plancha son muy sencillas de preparar, básicamente es como si fueras a hacer unas navajas, por ejemplo.En una sartén, vierte dos cucharadas de aceite de oliva virgen extra. Calienta a fuego alto e incorpora las espardeñas. Déjalas unos 3-5 minutos para sellarlas, hasta que obtengan un color dorado.
Cuando las vayas a servir, añádeles un poco de sal y un chorrito de limón. Si lo prefieres, también puedes cortar un ajo muy finito y rehogarlo con un poco de aceite de oliva y perejil, para luego servirlo por encima.